domingo, 19 de septiembre de 2010

Miriam y Carlos - Crucero por la Antártida e Islas Malvinas

Gracias Romina por conseguirnos el mejor precio para poder vivir ésta experiencia inolvidable.
Elegimos éste destino ya que teníamos mucha curiosidad por como sería ver de cerca al famoso “Continente Blanco” y dicho sea de paso teniendo en cuenta el cambio climático y su influencia en él nada nos garantizaba que podríamos hacerlo más adelante.
Un buen consejo, ir con tiempo para completar el pre embarque y Muchísima paciencia. Construir una Terminal con infraestructura para la recepción del caudal de gente que aborda un crucero ya es indispensable. El lugar actual no posee señalización, ni personal capacitado para brindar la mínima información y el nerviosismo, ansiedad y poca educación de los turistas, en su gran mayoría extranjeros, hace que cada paso se haga más tedioso. Consejo útil, las personas que nos orientaron y evacuaron nuestras dudas fueron siempre los Prefectos.
Como siempre a todo caos llega la calma. Al abordar el Crucero uno puede apreciar el cambio radical de atmósfera, tanto en el ambiente como en el personal.
Ya a bordo uno se encuentra a gusto y en el lapso de tiempo que tarda el personal en acondicionar los camarotes y embarcar el equipaje, uno puede disfrutar de un café mientras observa el río o la ciudad desde uno de los comedores del piso 10°.-
Nosotros elegimos un camarote con balcón y terminó siendo una decisión 100% acertada.
El camarote en si es de dimensiones generosas, para ser una embarcación, muy bien equipado, inclusive con regulador de temperatura personalizado, y muy cómodo.
En el primer día de navegación disfrutamos de un hermoso atardecer en el Río de La Plata y nos dedicamos a ver que servicios nos brindaba la embarcación.
Brevemente, la embarcación dispone de Cine, un teatro de dos pisos en el que se ofrecerá conciertos de piano, obras musicales, shows y mucho más, confiterías en las que a la tarde uno puede disfrutar de distintas opciones, conciertos de guitarra, un cuarteto de cuerdas entre otras. Un comedor que ocupa dos pisos, una galería de compras, casino, disco, gimnasio vidriado, piletas e hidromasajes cubiertos y descubiertos, sauna, etc.
El clima nos jugó una mala pasada, a causa de la tormenta el gran viento y las olas de 8mts se nos informó que era imposible desembarcar en Malvinas. Y el mal tiempo continuó, lo que nos obligo después de varios intentos para llegar a la Antártida a ir hacia Ushuaia.
Sin duda que los mares del Sur tienen muy bien ganada su fama.
Luego de cruzar el cabo de Hornos, con un excelente clima, seguimos navegando y llegamos a Ushuaia.
Consejo, no siempre las excursiones que ofrece el Crucero son las más acertadas. Nosotros pudimos disfrutar de dos que no ofrecía el crucero, el Tren del Fin del Mundo, con un recorrido lleno de paisajes hermosos!!! Y de la aerosilla que si bien el frío es intenso bien vale la pena disfrutar de la experiencia de ver desde la altura, la ciudad, el Canal de Beagle y las islas vecinas. Ambas actividades nos encantaron!!
Al regreso zarpamos y nos dirigimos nuevamente por aguas MUY agitadas hacia la Antártida. Luego de dos días de navegación, no puedo explicarles que sentí cuando 5:30am mi esposa corrió la cortina de la ventana y se veía el paisaje cubierto de nieve y hielo, es una de las imágenes que jamás olvidaré. Es un paisaje imponente, mágico y atrapante, uno puede quedarse horas viendo pasar los témpanos de infinitas formas y tonos e inclusive sobre alguno de ellos ver a los lobos marinos y decenas pingüinos.
Pasan tan cerca del barco que parece que se pueden tocar.
El frío naturalmente es intenso y es ahí que festejamos el haber elegido un camarote con balcón ya que nos permitió disfrutar cada minuto resguardados del viento helado. En síntesis para los amantes de los paisajes es algo que uno no se puede perder ni olvidará.
Nuestro siguiente destino fue Puerto Madryn, en donde el clima totalmente despejado y con una temperatura templada nos permitió tomar una excursión embarcados y disfrutar de sus costas, las loberías y a los delfines quienes nadaban a nuestro lado y debajo nuestro. Verlos en su estado natural es muy diferente a verlos en cautiverio, ya que no sólo son muy rápidos y movedizos sino que también se puede oir como se comunican entre si. Son pura energía y simpatía. Y MUY difíciles de fotografiar jejee
Embarcamos a última hora y el viaje continuó por aguas internacionales, más tormenta y un desvío obligado hacia mar argentino. Nos comentaron que el clima ha cambiado radicalmente en los últimos años por lo que siempre es aconsejable llevar dramamine…. Si bien uno se acostumbre al movimiento hay momentos en que no sólo se dificulta dormir sino que hasta es una experiencia nueva el bañarse en movimiento. Indispensable ser conciente que se está de vacaciones y estar con ganas de asimilar cada experiencia con curiosidad y buen espíritu.

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